¿Cuál es su origen?
Master of Education. Griffith University, Australia. Oct 2006 http://www.grupogales.com/medicina_pu- blicaciones.html DICIEMBRE 2005. Galindo HM, Carrillo C, Prieto H. 2005. Eficacia del uso de Megadosis de vitamina C en humanos: Revisión Sistemática. Tesis de grado para optar título de especialista en Epidemiologia Universidad del Rosario Bogotá, Colombia JUNIO 1995. Galindo HM, Silva JL. 1995. Offspring sex pre selection: methodological review. Acade- mic report for undergraduate degree of bachelor of Medicine Escuela de Medicina Juan N Corpas Bogota, Colombia OCTUBRE 1993. Congreso Internacional de Medicina Integral Co organizador y conferencista. Socie- dad interamericana de Medicina Integrada. Hotel Orquidea Real Bogotá, Colombia ¿Cuál es su origen? En 2016 en Colombia el Médico Hugo Galindo Salom discute con el Sacerdote Padre Marino Marín su preocupación por el manejo incompleto (con iguales resultados) de los pacientes con enfermedades catastróficas, como el Cáncer que ofrece la medicina tradicional del país. Se plantea la hipótesis de que toda enfermedad tiene un componente físico, mental y espiritual, y por tanto su prevención y/o trata- miento debe considerar e intervenir las 3 áreas. Así se crea un programa holístico de salud, de carácter Católico.
¿En qué consiste?
En separar un espacio de Recogimiento de Salud de 7 días de duración, para 7 personas, que incluye aprender a consumir alimentos realmente orgánicos, y recibir terapias de desintoxicación Mente Cuerpo Espíritu para la prevención y/o tratamiento del Cáncer y otras enfermedades crónicas degenerativas.
¿Dónde se desarrolla?
En Colombia, Departamento de Cundinamarca, en dos áreas. Se inicia en un consultorio Médico en Chia a donde se realiza la valoración inicial de cada paciente, y las mediciones de laboratorio que evalúan el nivel de estrés oxidativo. Luego en una finca de 8000 metros en Anapoima a 3 horas de distancia por carretera de la ciudad de Bogota.
¿Cuándo?
Los 7 primeros días de cada mes del año, a partir de Enero de 2017.
¿Cómo lograrlo?
En lo que respecta a la conquista de la salud plena, ¿cuál es la verdad? Tal vez nunca la sabremos, porque no existe un estado de salud total. Siempre tendremos un “achaque”. Podríamos ser más flexibles utilizando el término salud óptima. Así nos referiremos al máximo bienestar que podamos lograr, guardando la proporción lógica de algunos malestares inevitables en un ambiente adecuado, rodeado de naturaleza, y manejado por un equipo de los profesionales idóneos. Incluye Médicos, Cocineros, Odontólogos, Enfermeros, Terapeutas, Sacerdotes y Psicólogos.
¿Qué no es?
Este programa no es una nueva dieta revolucionaria. No es un tratado de control mental, ni los pasos para convertirte en una celebridad, o la pastillita para desaparecer la barriga en una semana! Y mucho menos la medicina del nuevo milenio. Estamos proponiendo extraer y agrupar lo bueno de las poblaciones longevas saludables, en diferentes regiones del mundo acompañadas de reflexiones personales del autor, después de treinta años de un camino lleno de asombros, desilusiones, expectativas, ensayos, y muchas amistades con pacientes. Nada realmente novedoso, pero sí olvidado. De hecho, lo que deseamos es volver a la época en que no había enfermedades crónicas degenerativas, propias de la civilización de hoy. Y no me refiero a los granjeros del siglo pasado. Solo deseamos corregir el rumbo que nues- tra salud ha tomado en los últimos cincuenta años.
¿ Qué es entonces?
Finalmente de algo tendremos que morir. Pero, sí depende de nosotros la calidad de vida de nuestra vejez. No es lo mismo, saltar como una liebre a los ochenta, que quejarse de achaques desde los cuarenta. Con un cambio sencillo de hábitos, en nuestras tres áreas, es notable el giro que le podemos dar a nuestra salud. Esto sí está bajo nuestro total control. Y pecar por ignorancia es totalmente comprensible, pero por apatía, es imperdonable! Hay cosas que se escapan de nuestro control.
Yo no puedo modificar toda la carga genética con que vine a este mundo, ni la región en la que me formé, ni los accidentes que vaya enfrentando. Pero si puedo corregir mis malos hábitos. Aquellos que tengo por desconocimiento o por comodidad, pero que van taladrando mi organismo para definir mi porvenir.
¿Qué cambiar?
El aire que respiramos, los líquidos que ingerimos y los alimentos que consumimos contienen los principales tóxicos que ingresan en nuestro cuerpo físico. Los pensamientos fuertes de otros y las emociones ajenas, calan en nuestros huesos, y nos modifican día tras día. Faltan algunos, como los sonidos que superan el umbral de tolerancia, las sustancias que contactan nuestra piel, y en general, todo lo que impacte nuestros cinco sentidos, cuenta. ¿Será realmente importante el aire inhalado? Al parecer nos da lo mismo respirar a cualquier velocidad, en cualquier lugar y cualquier tipo de aire. ¿Es el agua que tomamos, simplemente agua? ¿Importa su pH? ¿Su dureza? ¿Acaso, la fuente? ¿Dice la Biblia algo al respecto? ¿Yo soy así, y punto? ¿Y de los alimentos, qué? ¿Cada cuánto sacamos la basura de casa? ¿A diario? ¿Día de por medio? ¿Semanalmente? Imaginémonos que por alguna razón inesperada nos vemos impedidos de deshacernos de ella con la frecuencia acostumbrada. ¿Qué tal acumular los desperdicios un par de semanas o meses, y seguir produciéndolos, sin poder retirarlos? Caos! Esto es exactamente lo que le sucede a nuestro cuerpo atiborramos nuestro pobre intestino de alimen- tos en descomposición, desesperados por salir.
La renovación
Iniciemos pues este viaje de hacer pequeños ajustes diarios de salud en siete días, ojalá sin retorno. Vamos a ordenar lo que no está en su puesto. Vamos a limpiar la casa. Quitemos lo que sobra, para luego añadir lo que falta. Dijo san Pablo a los habitantes de la podrida ciudad de Éfeso: Renuévense en el espíritu de su mente, y revístanse de la nueva naturaleza, creada en conformidad con Dios en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4,23)
Nuestra Propuesta
Proponemos pues un sencillo programa de cambio de hábitos. Recomendamos leer una propuesta de cambio de hábito por cada día, y practicarlo. Son siete, sin ningún orden cronológico, por lo tanto podemos completar la totalidad del programa en una semana. No es necesario ser muy estrictos, ni generarnos más angustias de los que ya padecemos de sobra. Relajados! Si hoy lo olvidamos, mañana retomamos el camino. Más bien que la meta sea disfrutar desarrollarlo al ritmo de cada uno. Y si fue de su agrado, hacerlo parte de sus vidas, como miles ya lo estamos haciendo. Los invito a “conocer” conmigo este programa llamado Ephetá, honrando la palabra que usaba Jesús en sus curaciones milagrosas (Marcos 7,31). Mi mejor maestro de medicina me preguntó una vez: “¿la mejor medicina del mundo? La de resultados”. Y si te funciona, pues ya tendremos un nuevo individuo sano en el planeta y un cliente menos para la industria farmacéutica. Justo, cierto? La verdad os hará libres (Juan 8,31).